¿Hambre real o hambre emocional?

Ana Cepeda Abad
Ana Cepeda Abad
Dietista - Nutricionista Especialista en Coaching Nutricional Nutrición Clínica Máster en cineantropometría y Nutrición deportiva Colegiada CV 00141

Una mala gestión de nuestras emociones puede derivar en unos hábitos de alimentación poco adecuados.

¿Te ha pasado en alguna ocasión, que la tristeza, la rabia, la alegria o el estrés te han llevado a comer de manera compulsiva alimentos poco adecuados? Eso se llama HAMBRE EMOCIONAL. A continuación te explico como diferenciar el hambre emocional y sobretodo que hacer para acabar con ello.

             HAMBRE REAL                HAMBRE EMOCIONAL
Aparece gradualmente Aparece de golpe
Es hambre fisiológica (nuestro cuerpo necesita cubrir sus necesidades) Se debe a una alteración emocional que crea ansiedad
Se siente en el estómago Se siente entre la garganta y el pecho
No tienes predilección por ningún alimento determinado Te apetece un alimento concreto
Se deja de comer cuando se está satisfecho Se sigue comiendo aun estando satisfecho (atracón)
No aparece sensación de culpabilidad Sensación de culpabilidad
Puede esperar Debe satisfacerse en el momento
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CONSEJOS PARA EVITAR HAMBRE EMOCIONAL
No te premies con la comida. Busca una alternativa (leer, ir de compras, ver una  película, pasear, manualidades, practicar deporte…)
Bebe agua: La sensación de sed puede confundirse con hambre!
Fuerza de voluntad: ¿en qué momento del día suelo tener ansiedad? Que no se convierta en un hábito de esa “hora o lugar” > Trabaja en superar ese momento.
Comer despacio, sin prisas y ser consciente de lo que comemos (poner lo que vamos a comer delante y sentarnos)
Reducir  la cantidad de azúcar ya que éste puede producir adicción. Debemos a acostumbrar a nuestro paladar a comer sin azúcar ni otros endulzantes.
Comer cada 3-4 horas para evitar pasar hambre. La saciedad ayuda a evitar comer de forma emocional.
Dormir: puede afectar a las  hormonas que intervienen en la sensación de hambre y saciedad.
Evitar  dietas restrictivas; pueden generar ansiedad y acabar en atracón. Aunque hay determinados alimentos que no deben formar parte de nuestra rutina,  pueden dejarse para momentos puntuales (cenas fuera de casa, celebraciones…)
Evita las tentaciones: no tener en casa esos alimentos, es la mejor manera de no caer en la tentación de comerlos.
Practicar ejercicio físico (caminar, montar en bici, bailar, subir escaleras…) Te motivará y ayudará a eliminar ansiedad.

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