Somos lo que comemos. Una buena educación alimentaria es fundamental para la salud de nuestros pequeños. Para evitar futuros problemas de salud es importante la práctica de unos buenos hábitos de alimentación en casa.
Dependiendo de su edad, debemos implicarles y asignarles diversas tareas relacionadas en el proceso de alimentación. Ellos también pueden ser participes de la comida, ayudando en casa a preparar las ensaladas, poniendo y quitando la mesa, haciendo la lista de la compra…
También debemos ampliar progresivamente la gama de alimentos que ingieren. No siempre es fácil la introducción de nuevos platos, pero podemos jugar con las presentaciones o formas de elaboración para que estos alimentos sean mejor tolerados. Por ejemplo, no es lo mismo presentar por primera vez una coliflor hervida, que una coliflor gratinada con bechamel y un poquito de queso. De igual modo, no será igual un pescado a la plancha que uno elaborado en un guiso con patatas o con una salsa ligera…
En muchas ocasiones, se deja en manos del comedor escolar la tarea de educar a los niños/as en materia de alimentación, ofreciendo en casa simplemente aquellas comidas que ellos escogen o que sabemos que son de su agrado. De esta forma estamos impidiendo que conozcan texturas y sabores nuevos, además de frenar su curiosidad, el aporte de nutrientes y los conocimientos en esta materia tan importante. Por ello, resulta esencial reforzar los hábitos que adquieren en el comedor del cole.
Y lo más importante, HAY QUE DAR EJEMPLO. Uno de los métodos de aprendizaje más efectivos es la imitación, por ello es esencial que nuestros hijos tengan una buena referencia en casa.
Alimentación infantil, un aprendizaje contínuo

Ana Cepeda Abad
Dietista - Nutricionista
Especialista en Coaching Nutricional
Nutrición Clínica
Máster en cineantropometría y Nutrición deportiva
Colegiada CV 00141
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