Tratamiento Dietético en Diabetes

Ana Cepeda Abad
Ana Cepeda Abad
Dietista - Nutricionista Especialista en Coaching Nutricional Nutrición Clínica Máster en cineantropometría y Nutrición deportiva Colegiada CV 00141

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La alimentación en pacientes diabéticos no difiere prácticamente a la dieta que debe llevar a cabo la población en general, aunque es importante seguir las pautas expuestas a continuación:

 

– Realizar 5-6 comidas/día. Comer cada 3-4 horas con el fin de evitar hipoglucemias. Respetar los horarios de las comidas, especialmente si se toma medicación.
– Evitar tomar carbohidratos de rápida absorción (azúcar, miel, bebidas azucaradas, bollería, golosinas…)
– Consumir cada día carbohidratos de absorción lenta en cantidades moderadas y repartidos a lo largo de todo el día. Escoger variedades integrales, ya que el contenido en fibra ralentiza la absorción de glucosa.*
– Consumir alimentos ricos en fibra (cereales integrales, frutas con piel, verduras, legumbres, frutos secos)
– Tomar fruta y verdura diariamente.
– Utilizar como grasa principal aceite de oliva (empleando esta en pequeñas cantidades en caso de sobrepeso u obesidad). Así mismo, deberán evitarse alimentos ricos en grasa saturadas como mantequilla, nata, quesos grasos, embutidos, vísceras…
– Dar preferencia a las carnes magras (pollo, pavo, conejo)
– Tomar al menos 2 raciones de pescado a la semana. Alternar entre pescado azul y blanco
– No abusar de la sal en la preparación de las comidas. En caso de padecer también hipertensión, reduzca los alimentos ricos en sal (embutidos, conservas…)
– Tener en cuenta que el alcohol es hipoglucemiante. En caso de tomarlo, incluirlo en las principales comidas, en cantidades pequeñas y nunca en ayunas.
– La bebida principal debe ser agua.

Carbohidratos & Diabetes

Los carbohidratos no son incompatibles con la diabetes, todo lo contrario, son alimentos necesarios, siempre que se tomen fundamentalmente carbohidratos complejos, en cantidades adecuadas y bien combinados.Debe tener especial cuidado con la ingesta de carbohidratos simples: zumos, bebidas azucaradas, productos de panadería, golosinas, miel… y con frutas tales como uvas, granadas o higos, ya que debido a su gran contenido en azúcares se deben tomar en pequeñas porciones.

Para impedir que los niveles de glucosa en sangre suban bruscamente, es necesario que consumas estos alimentos junto con otros ricos en proteínas (cuidado con las carnes grasas y derivados cárnicos como salchichas o hamburguesas), grasas (evitar grasa saturada, dando preferencia al aceite de oliva virgen) y fibra (cereales integrales, verdura, fruta con piel, frutos secos…)
Recuerda que la fibra retrasa la absorción de glucosa, por lo tanto, es importante que tome las pastas, pan y arroz integrales. Igualmente, la combinación de carbohidratos complejos con verduras y hortalizas es recomendable por el mismo motivo.

Las frutas son alimentos necesarios en la alimentación de una persona diabética. Sin embargo, teniendo en cuenta que contienen carbohidratos de rápida absorción se recomienda tomar las frutas con piel o enteras (evitar zumos).

Un buena forma de controlar la glucosa en sangre e ingerir al mismo tiempo los carbohidratos necesarios, es procurar que el plato que ingerimos, contenga una buena parte de vegetales (1/2 del plato), proteínas magras en pequeñas cantidades (un filete de pollo/pavo o pescado o 1 huevo) y una pequeña porción de carbohidratos complejos (arroz, pasta, pan, patata…).
Ejemplos:
– Hervido de 1 patata mediana con judías verdes + pescado a la plancha + fruta mediana (con piel).
– Ensalada + plato de lentejas + fruta mediana (con piel).
– Un plato combinado de verduras salteadas (1/2 plato), arroz integral (1/4 plato) y pechuga de pollo (1/4 del plato)

No es recomendable que tomes el arroz blanco, o la pasta únicamente con tomate frito, recuerda que la combinación con otros alimentos ricos en proteínas y fibra disminuyen la velocidad de absorción de los glúcidos y por lo tanto ayudan a que los niveles de glucosa en sangre sean moderados.

Una correcta alimentación asociada a esta patología es fundamental para su control. El tratamiento dietético debe ser individualizado, ya que hay que tener en cuenta variables como el estilo de vida, actividad física practicada y el tratamiento farmacológico.

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