ORIGEN
La dieta mediterránea hace referencia a la manera de alimentarse y cocinar de los países del mediterráneo. Su importancia no fue descubierta hasta los años 60, con la publicación del “Estudio de los 7 países”. La finalidad de dicho estudio fue investigar la razón por la cual los países que bordean al mediterráneo tenían una incidencia de enfermedad coronaria menor que en otros países. En la década de los sesenta, la población residente en Creta, sur de Grecia y en la parte meridional de Italia tenía una esperanza de vida entre las más altas del mundo, además tanto el infarto de miocardio como el cáncer eran prácticamente desconocidos.
Ancel keys, un investigador en nutrición humana residente en los EE.UU. y precursor de este estudio intentó relacionar el consumo de grasa con la incidencia de enfermedad cardiovascular. El estudio duró 15 años, y finalmente fue publicado en el año 1986.
Se estudiaron los hábitos alimentarios y en concreto la cantidad de grasa ingerida de diferentes países: Grecia, Yugoslavia, Italia, Finlandia, Holanda EE.UU. Y Japón. La conclusión del estudio, fue que la diferencia entre estos no estaba en la cantidad de grasa consumida, sino en el tipo de grasa.
Comparando la alimentación de 2 países que intervinieron en el estudio podemos observar una clara diferencia. A pesar de que los porcentajes de grasa consumidos tanto en Finlandia como en Grecia eran prácticamente equivalentes, Finlandia, con un 50% de mortalidad, consumía mayoritariamente grasas de origen animal procedente fundamentalmente de la mantequilla o grasa de la leche (grasas saturadas) y Grecia, con un 5% mortalidad en aquella época, utilizaba como grasa principal el aceite de oliva (grasa monoinsaturada de origen vegetal).
Gracias a este tipo de estudios, hoy en día sabemos la importancia que tiene la nutrición sobre nuestro estado de salud.
ALIMENTOS CARACTERÍSTICOS DE LA DIETA MEDITERRÁNEA
- Aceite de oliva, rico en ácidos grasos monoinsaturados.
- Trigo. Se recomienda escoger alimentos integrales.
- Legumbres (lentejas, garbanzos, alubias, soja), arroz y patatas en grandes cantidades.
- Gran variedad de hortalizas y frutas.
- Consumo moderado de leche.
- Pequeñas cantidades de carne (predominaban cerdo, conejo y aves de corral).
- Huevos
- Abundante pescado (predominaba el pescado azul sobre el blanco)
- Frutos secos consumidos con frecuencia en pequeñas cantidades.
BENEFICIOS DE LA DIETA MEDITERRANEA
Se trata de una dieta saludable, sabrosa y barata. Además la dieta mediterránea tradicional tiene efectos positivos para la salud, concretamente en la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes.
La Dieta Mediterránea ha sido asociada con una mayor longevidad y calidad de vida en distintos estudios epidemiológicos.
En una revisión sistemática realizada por la SENC sobre la Evidencia científica de intervenciones que emplean la Dieta Mediterránea, se obtuvieron las siguientes conclusiones: La Dieta Mediterránea mostró efectos favorables sobre los niveles de lipoproteínas, la vasodilatación del endotelio, la insulino resistencia, el síndrome metabólico, la capacidad antioxidante, la mortalidad cardiovascular y por infarto al miocardio, y la incidencia de cáncer en los pacientes obesos y en aquellos con infarto al miocardio previo.
Así mismo, en otro estudio que pretendía relacionar la dieta mediterránea y el riesgo coronario se observó un efecto beneficioso del aceite de oliva. Asimismo se obtuvo una reducción del riesgo para la ingesta de fibra, el consumo de fruta, la ingesta de ácidos grasos omega-3 y de acido fólico.
En un informe realizado por la FAO / OMS sobre “dieta, nutrición y enfermedades crónicas” se destacaron los siguientes puntos:
– Las dietas a base de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcar y sal están relacionadas con enfermedades crónicas como patologías cardiovasculares, cáncer, diabetes, obesidad, etc.
– El 59% del total de muertes registradas en el mundo en 2001 fueron causadas por dichas enfermedades crónicas.
– Para prevenir las enfermedades crónicas es necesario promover una alimentación sana y la práctica de actividad física.
– El aumento del consumo de grasas insaturadas, pescado y frutas y hortalizas contribuiría decisivamente a una alimentación más sana.
Las recomendaciones contenidas en el informe FAO/OMS son favorables para la promoción y el incremento del consumo de los productos típicos de la dieta mediterránea: frutas, hortalizas, aceite de oliva, pescado… en detrimento del consumo de grasas saturadas.
1 Senc. Evidencia Científica De Intervenciones Que Emplean La Dieta Mediterránea [Revisión Sistemática]. Nutr Rev. 2006. 64(2 Pt 2):S27-47.
2. Fernandez Jarne M. E. Dieta Mediterranea Y Riesgo Coronario: Un Estudio De Casos Y Controles [Tesis Doc.]. Universidad De Navarra.2000