PAPILLAS, LECHES Y OTROS ALIMENTOS INFANTILES

Ana Cepeda Abad
Ana Cepeda Abad
Dietista - Nutricionista Especialista en Coaching Nutricional Nutrición Clínica Máster en cineantropometría y Nutrición deportiva Colegiada CV 00141

«Son la misma basura, con las mismas  cantidades  desmesuradas de azucares añadidos, aceites de palma y harinas refinadas, que las destinadas a los adultos.»

Que las papillas comerciales son innecesarias, es un hecho. Estos alimentos en su gran mayoría son una vergüenza y una aberración nutricional contra los más pequeños.  Elaboradas con  harinas ultra procesadas y la mayoría con  azúcares añadidos. Alguna se salva, aunque son totalmente innecesarias.

Tras leer etiquetados, me parece incoherente que dejen salir al mercado infantil productos con tales características. Las autoridades sanitarias se contradicen constantemente entre lo que deberíamos hacer y lo que permiten que la industria alimentaria oferte a nuestros hijos. Y qué decir de muchos pediatras desactualizados totalmente en alimentación infantil que recomiendan lo que no deben recomendar. Supongo que a todas las que somos madres, nos han aconsejado empezar con las papillas sin gluten, la leche de continuación o crecimiento…  Y que en una gran mayoría, éstas, guiadas “por la sabia voz de su pediatra” lo llevan a cabo pensando que es lo más adecuado para sus pequeños. Nada más lejos de la realidad. Cuanto más natural  sea la comida ofrecida a vuestros niñ@s, mejor que mejor.

Otra cuestión son las galletitas denominadas algo así como “mi primera galleta”, que en los últimos años han sacado distintas marcas “especializadas en  alimentos infantiles”. Son la misma basura, con las mismas  cantidades  desmesuradas de azucares añadidos, aceites de palma y harinas refinadas, que las destinadas a los adultos.

Ya que estamos, también vamos a desmentir la necesidad de leches de crecimiento. No es necesario, no hacen falta, no tienen todo lo que tu bebe necesita… Una vez se ha terminado la lactancia materna (que deberíamos prolongar todo lo posible),  y siempre que nuestro pequeño tenga al menos 1 año de edad, podemos pasar directamente a ofrecerles leche entera de vaca. No necesitan leches de continuación suplementadas, ya que nuestro pequeño a estas alturas, debería comer básicamente de todo.

Resumen: Lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses como mínimo e incorporación de alimentos  naturales (no procesados) de manera progresiva.

La lactancia materna exclusiva también es un tema candente que tratar teniendo en cuenta que,  las 16 semanas de baja laboral no coinciden con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de al menos 6 meses de lactancia materna, que es lo que debería durar dicha baja maternal. Pero esa ya es otra cuestión….

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